Corcovado - Una melodía suave que evoca imágenes románticas de Río de Janeiro con un toque sutil de melancolía

“Corcovado,” una joya del movimiento bossa nova, captura la esencia misma de Río de Janeiro. Esta canción instrumental, compuesta por Antonio Carlos Jobim y ampliamente considerada como uno de los estándares más icónicos del género, nos transporta a las montañas verdes de Brasil con su melodía suave y evocadora.

La historia detrás de “Corcovado” es tan fascinante como la propia música. El nombre proviene del pico Corcovado, una montaña imponente que domina el horizonte de Río de Janeiro, coronada por la icónica estatua de Cristo Redentor. Jobim, inspirado por la belleza natural del lugar y su significado espiritual, se propuso capturar esa esencia en una composición musical.

La primera grabación de “Corcovado” fue realizada por Stan Getz & João Gilberto, dos gigantes de la bossa nova, junto a otros músicos talentosos como Tom Jobim (piano) y Vinicius de Moraes (texto). La versión, lanzada en 1964 dentro del álbum “Getz/Gilberto”, se convirtió en un éxito instantáneo, llevando la bossa nova a un público internacional.

El estilo musical de “Corcovado” es distintivamente bossa nova: melodías sencillas y elegantes que se deslizan sobre ritmos suaves y sinuosos. La canción comienza con una introducción instrumental en piano, seguida por la entrada suave del saxo tenor de Stan Getz, interpretando la melodía principal con una dulzura melancólica.

El ritmo tranquilo y sensual invita a la relajación, creando un ambiente ideal para soñar despierto mientras se imagina el paisaje tropical de Brasil. La inclusión de un solo de guitarra por João Gilberto añade un toque adicional de magia a la composición. Su estilo característico, conocido como “bossa nova guitarra”, se basa en acordes complejos y frases rítmicas sincopadas que dan a la música una textura única.

Desglosando los elementos clave:

Antonio Carlos Jobim: El padre de la bossa nova.

No podemos hablar de “Corcovado” sin mencionar a su compositor, Antonio Carlos Jobim. Nacido en Río de Janeiro en 1927, Jobim fue un músico prodigioso que contribuyó enormemente al desarrollo y popularización de la bossa nova.

Su talento como compositor era indiscutible, creando una serie de canciones que se convirtieron en estándares del género, incluyendo “The Girl from Ipanema”, “Desafinado” y “One Note Samba”. Jobim también fue un pianista excepcional y arreglista talentoso, siempre explorando nuevas formas de expresar la belleza melódica de Brasil a través de su música.

João Gilberto: La voz del bossa nova.

Otro personaje fundamental en la historia de “Corcovado” es João Gilberto, considerado por muchos como el “padre” del estilo vocal bossa nova. Su técnica única, caracterizada por un fraseo suave y una pronunciación casi susurrante, revolucionó la forma en que se interpretaban las canciones brasileñas.

Gilberto’s voz transmitía una sensación de intimidad y sinceridad que cautivaba a los oyentes.

Stan Getz: El saxofonista estadounidense que enamoró al mundo con la bossa nova.

Stan Getz, un reconocido saxofonista estadounidense de jazz, jugó un papel crucial en llevar la bossa nova a un público internacional. Su colaboración con João Gilberto y Antonio Carlos Jobim en el álbum “Getz/Gilberto” fue un éxito rotundo, introduciendo el género a millones de personas alrededor del mundo.

Getz’s sonido suave y lírico se combinaba perfectamente con la estética brasileña, creando una fusión musical que era a la vez familiar y novedosa.

Un legado perdurable:

“Corcovado”, junto con otras composiciones de Antonio Carlos Jobim, ha dejado un legado musical duradero que continúa inspirando a músicos de todo el mundo.

La canción se ha interpretado por innumerables artistas, desde Ella Fitzgerald hasta Frank Sinatra, pasando por Quincy Jones y Diana Krall, demostrando su versatilidad y poder de seducción. “Corcovado” sigue siendo un referente indiscutible del género bossa nova, invitándonos a disfrutar de la belleza melódica de Brasil con cada nota que suena.